WATSU ® es una terapia corporal que combina movimientos rítmicos en el agua, activación de articulaciones y masaje con técnicas de Zen Shiatsu. Constituye una agradable experiencia de relajación y estiramiento corporal que puede producir profundos estados de transformación, tanto en los niveles físicos, como emocionales. En el agua, el cuerpo y especialmente la columna vertebral y las articulaciones, pueden distenderse de una forma que no sería posible en tierra firme. El agua aliviana el peso de las vértebras, permitiendo a la columna vertebral abrirse y moverse libremente, sin las usuales restricciones producidas por la gravedad y las tensiones musculares.
WATSU® se practica en agua caliente, con una temperatura que oscila entre los 34 a 37 grados, lo que muchos asocian con los más profundos estados de relajación consciente. Este ambiente se asocia a las vivencias en el útero de la madre, lo que facilita sensaciones de confianza y seguridad. Por otra parte como la temperatura del agua se aproxima a la temperatura de la piel, el límite entre el ser y el medio ambiente se disuelve, creando un estado de conciencia extendida.
¿Quién no ha acudido alguna vez a la piscina con el ánimo de relajar tensiones o se ha pegado una buena ducha con el fin de despejarse y encontrar la energía necesaria para enfrentarse a nuevo día? El agua no es nuestro medio habitual, pero mantenemos con ella una relación estrecha con la que buscamos no sólo estar hidratados y limpios.jueves, 20 de octubre de 2011
¡Bienvenidos a Watsu® con Ka!
Una sesión de Watsu® tiene una duración de 60 minutos, desde que el cliente entra en el agua hasta que el terapeuta da por finalizada la sesión. En el inicio de esta, el terapeuta proporciona la información necesaria y las pautas del desarrollo de la sesión, así como recibe información por parte del cliente en cuanto a sus necesidades.
El terapeuta trabaja de pie, con el agua cubriéndole hasta la zona del pecho, moviéndose alrededor del paciente estirando sus articulaciones y músculos, y procurando que el agua lo vaya acariciando. Se alternan los movimientos y masajes con momentos de quietud para alargar cada sensación, y diferencia lo energizante del masaje con la calma que proporciona el agua. Y es que el agua es un medio que permite recorridos y posturas, sobre todo en la zona de la columna vertebral, que serían imposibles fuera de ella.
Se realizan torsiones, inclinaciones y también se coloca al paciente en posiciones que permitan el trabajo en partes del cuerpo menos accesibles. Se presionan puntos que tienen que ver con el fluido de energía corporal, centros energéticos que también se tocan en otras terapias como la acupuntura. Todas estas manipulaciones ayudan además a mejorar la circulación sanguínea y la depuración del organismo.
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